lunes, 2 de febrero de 2015

El tormento de los daños causados

"No hay cosa más terrible, que más inquiete y atormente, que reparar en todo el daño que hemos cometido. Ni siquiera el perdón aligera el peso de los verdaderos remordimientos, porque hemos atentado contra nosotros mismos y somos su desgraciado resultado, seres infelices y fracasados en el fondo. Nada ni nadie puede ya restaurarnos, ni pegar ese montón de cachizas o añicos en que nos hemos convertido, y no hay otra salida que llorarse a sí mismos. Sobre todo porque en el mundo material tales delitos pueden seguir obrando con deplorables resultados y nos procuran nuevos tormentos, siguen en activo. ¿Se pide un purgatorio peor?" 

Francisco Nieva, dramaturgo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No lo pienses más, dilo...