Tuve el placer de poder asistir a la
inauguración y presentación de la exposición de Manuel F. Sucasas en A Coruña.
Lejos del lugar común y la obviedad de
agradecer la invitación como manda la cortesía, que también, muestro mi
complacencia :
- con sentido estrictamente estético por
haber podido contemplar cuadros que “falan galego”.
- por haber podido escuchar palabras
sentidas y profundas formando opinión sobre la poesía de los cuadros pronunciadas
con elegante maestría por Pedro
Rovira.
Gracias, Manuel; gracias, Pedro.
Nada que añadir a lo expresado por Pedro ni a lo cantado por dos
músicos amigos de Manuel.
Sí apuntar un
emocionado sentimiento personal como lucense de que un compañero y amigo de
Lalín pinte con entrañable perfección una comarca tan querida ahora como olvidada durante muchos siglos: O Courel.
Lo que un día
escribieron Anxel Fole (“Terra do
Courel, aspra e forte de inxente beleza“) y Uxío Novoneyra (“Courel de tesos
cumes que ollan de lonxe, eiquí síntese ben o pouco que é un home“) lo traslada
Manuel F. Sucasas a tela silente pero muy expresiva en la maravillosa
combinación que alcanza con el manejo de luz, colores y horas de
contemplación personal y desde el
silencio; de acebos, cumes, fresnos, rebolos, alisos y otros.
Lo que Fole y
Uxío han jugado con las palabras, Manuel F. Sucasas lo hace de forma vibrante
con los colores creando ilusiones de sombras y profundidad.
Auguro y deseo
un gran éxito para la obra de Sucasas. Elevo plegarias al dios Courel
para que me siga dando oportunidades de disfrutar
del buen decir de Pedro. Confío. Y
si no es así, siempre nos quedará Belesar.
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